Seguro que ya has oído hablar del suelo pélvico, pero… ¿sabes qué es y dónde se encuentra?

La fisioterapia uroginecológica y obstétrica se describe como una serie de técnicas específicas no quirúrgicas, encaminadas al tratamiento o prevención de las alteraciones del suelo pélvico.

Cuando hablamos del suelo pélvico nos referimos a un conjunto de músculos y ligamentos que se localizan en la parte inferior de la cavidad abdominal, podemos imaginar como una tela que tapiza la pelvis y sobre la que se apoyan los órganos pélvicos, como la vejiga y el útero entre otros, sin embargo, no debemos caer en el error de pensar en ello como algo estático, sino como algo dinámico.

El suelo pélvico está formado por fibras musculares, y por ello, tiene la capacidad de contraerse y relajarse como cualquier otra musculatura.

Llegados a este punto debería resultarnos fácil ubicar y entender sus funciones principales, que son:

– Función de sostén de los órganos pélvicos (vejiga, útero, uretra, recto y ano).

– Función de continencia, se encarga de contener la orina, las heces y los gases, pero también se encarga de dar paso y facilitar el desecho de estas sustancias.

– Función reproductiva, actuando como canal para la salida del bebé durante el parto.

– Función sexual ya que la musculatura es una parte primordial para poder desempeñar una actividad sexual sin dificultades.

Para que esta zona de nuestro cuerpo desempeñe sus funciones de manera adecuada debe existir una coordinación con la cavidad abdómino-pélvica.

Parece que se pone complicada la cosa… es mucho más fácil de entender de lo que parece.

Nos vamos a imaginar que nuestro abdomen es como un cilindro, ya hemos hablado del suelo pélvico que sería la “tapa” inferior de ese cilindro, si estás sentado/a el peso de tus vísceras reposan sobre él y su función se encuentra conectada con el resto del cilindro. En nuestro cuerpo las paredes las vamos a entender como la musculatura abdominal y la “tapa” superior como el diafragma. Es por esta conexión por la que la fisioterapia uroginecológica también actúa sobre las zonas anexas.

Ya casi somos unos expertos, pero… aguanta que aún queda un poco.

Como todas las partes de nuestro cuerpo, no podemos separaras de otros sistemas, debemos entender que otros problemas como, por ejemplo; circulatorios, endocrinos, neurológicos o psicológicos también pueden afectar a la función de esta zona de nuestro cuerpo, y por ello el tratamiento ideal deberá ser multidisciplinar.

Ya tenemos los conceptos básicos para entender lo que se trabaja desde este ámbito de la fisioterapia (¡aleluya!)

De acuerdo, pero ¿en qué nos puede ayudar a nosotros como pacientes?

Si has llegado hasta aquí puede que no sea por casualidad, como hemos visto antes, las funciones de esta musculatura son bastante importantes en nuestro día a día y una alteración en cualquiera de ellas podría suponer que algo no está funcionando correctamente.

El tratamiento está dirigido a problemas como:

– Incontinencia urinaria y otras disfunciones miccionales

– Incontinencia anal y otras disfunciones anorrectales

– Síntomas de almacenamiento vesical (vejiga hiperactiva, urgencia miccional, poliaquiuria o nicturia)

– Prolapso de órganos pélvicos

– Síntomas de disfunción sexual

– Preparación al parto y post-parto

Todo podría apuntar a que estos problemas solo son sufridos por las mujeres y es cierto que hay mayor porcentaje de población femenina con alteraciones del suelo pélvico, pero no hay que pasar por alto que muchos hombres también sufren alguna patología relacionada con esta región.

Los datos epidemiológicos recogidos indican que existe entre un 30-60% de la población femenina con algún grado de incontinencia urinaria (Hunskaar, S. et al.) y entre un 11-15% con incontinencia anal (Espuña-Pons, M. et al.)

Visto todo esto solo queda por preguntarnos en qué consistiría el tratamiento. Como siempre, el tratamiento que se realizará dependerá del motivo de consulta y las circunstancias personales del paciente que se valorarán, en primera instancia, al comienzo del tratamiento y a lo largo del mismo, ya que los objetivos a tratar podrán ir cambiando dependiendo de la evolución del mismo.

Algo particular del este tratamiento de fisioterapia uroginecológica es que parte de las técnicas utilizadas durante la valoración y el tratamiento requieren de una intervención via vaginal y/o rectal, también algunas personas serán susceptibles de realizar tratamiento con electro-estimulación, biofeedback o técnicas invasivas como la punción seca.

El tratamiento podrá estar encaminado a la valoración del suelo pélvico, la prevención de disfunciones o la mejora de la sintomatología, en caso de que ya exista. Ten en cuenta, que estos problemas aparecen por varias causas, algunas de ellas modificables, por lo que una valoración y un tratamiento basado en la prevención puede ayudarnos a gestionar y modificar la aparición de patologías.

Este último caso parece más evidente en mujeres que quieren prevenir complicaciones derivadas del parto, de hecho, ya se está viendo un aumento de las consultas de valoración en el periparto pero, no descartes realizar una valoración a pesar de no presentar síntomas.

Quizás incluso, ya has notado primeros signos, como; sensación de peso en la zona vaginal, estreñimiento, dolor durante las relaciones sexuales o incluso esas leves pérdidas de orina de la que nos hablaba Concha Velasco en el anuncio de compresas que, por cierto, no, NO SON NORMALES.